martes, 14 de diciembre de 2010

La Libertad en Internet

En esta ocasión realizaré una reflexión sobre un tema que vengo siguiendo hace unos días: LA LIBERTAD EN INTERNET. Para quienes no lo saben, actualmente se está discutiendo tanto a nivel privado como público el estatus de “libre”. Luego de las revelaciones de Wikileaks, sus posteriores críticas en base a la seguridad mundial, y que los defensores del movimiento Anonymous penetraran en los sitios de Mastercard y Visa, entre otros; los gobiernos y las corporaciones tienen la escusa justa para poner en tela de juicio la característica de horizontalidad de la red, y analizar la posibilidad de poner, por primera vez en la historia, filtros en la Internet en occidente.

Quienes me conocen saben que tengo una posición política formada, pero hoy me voy a tomar el atrevimiento de defender todas las posiciones, incluso las que son contrarias a las mías. El hecho de que un gobierno, o una corporación, tenga el poder de censurar un contenido por el único y complejo hecho de que dichos contenidos estén contrapuestos con los intereses del establishment, se podría traducir en un gran régimen fascista mundial. El no poder criticar o estar de acuerdo, o incluso expresar el no tener una opinión formada, podría, a partir de este momento, transformarse en un hábito.

La teoría (por cierto absurda y muy virtual) de que somos libres, incluso de cambiar, si nos esforzamos, lo que creemos incorrecto, se socavaría de raíz para siempre.

Sería una redundancia en mi caso decir que ya no creo en los medios tradicionales de comunicación, y quienes los intentamos leer entre líneas, sabemos que la mayoría de los medios responden a grandes intereses. Es por esto que no deposité ni deposito mis esperanzas en ellos. Pero nos quedaba una última barrea, un espacio en el que podíamos, si sabíamos cómo, comunicarnos sin intermediarios. Saber que podíamos escribir, hablar, leer y escuchar, y que nadie nos lo podría prohibir. Nos quedaba internet.

Por temor a que este post sea tan largo que haga perder su sentido, quiero concluir, y hacer un llamado, a no permitirnos esto. No nos permitamos que nos quiten la posibilidad de ser libres, No nos permitamos perder un espacio que construimos a diario desde hace décadas ya, tanto nativos como inmigrantes digitales.

No sé si los métodos ilegales que proponen los Hactivistas son los correctos. Tal vez sólo debemos manifestar nuestra posición con la suficiente fuerza como para que quienes tengan el poder de decisión no les quede otra que hacernos caso. Sisi, soy un ingenuo, pero prefiero eso a proponer algo ilegal. Sólo digo que: dejemos de ser pasivos en cuanto a los temas importantes. Cuantos más seamos los que decimos y hacemos para defender nuestra libertad, más difícil será quitárnosla. Manifestémonos a favor de la libertad de TODOS. Los medios tradicionales ya son una batalla perdida. Estamos aún a tiempo de ganar esta.

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