Mirando “La Hora de Maquiavelo” escuché hablar a expertos sobre un tema que es de gran interés para mi. Por un lado una experta en Opinión Pública, y por el otro un experto en Comunicación Política y Web 2.0. Se planteó un tema, muy difícil de abordar, dado que requiere de un gran nivel de especulación. La charla sugería un escenario, no solo político, sino comunicacional con grandes transformaciones consecuencia de la nueva Ley de Medios Audioviduales, que de ser sancionada, remplazaría la Ley de Radiodifusión originada por el último proceso militar. Para explicar esto, me veo obligado a plantear lo que pienso desde dos lógicas antagónicas, dado que el actual escenario me lo exige: Kirchnerismo y anti-Kirchnerismo.
Desde la perspectiva anti-Kirchnerista, esta “Ley de Medios K” sería efectivizar la censura a través de mecanismos legales. Escuché a Diego Dillenberger (a quien respeto y admiro sinceramente) explicar cuál sería la diferencia entre esta futura y posible censura y la que se dió durante el proceso. Se explicaba que de ser sancionada la ley, Canal 13 (hoy en manos del grupo Clarín) y Telefé, (hoy en manos de Telefónica) pasarían a estar en manos del estado, y sus grupos amigos (abuelas de plaza de mayo, ONGs, empresarios, etc.). Se continuaba explicando que esta falta de información, no recuerdo precisamente, pero se mencionó algo así como “Cuando no escuchemos lo que queramos escuchar”, va a generar la necesidad en periodistas de encontrar otros medios para expresar su opinión. También destaco la comparación entre los periodistas actuales que comunican respondiendo a los intereses de sus medios, y su posible reacción ante la sanción de la Ley; y los periodistas que trabajaban en pleno proceso, y luego en democracia cambiaron su discurso radicalmente, con memorables palabras de arrepentimiento. Ante este nuevo posible escenario, se presenta la Web 2.0 como el medio más propicio para estos futuros periodistas desempleados (según esta lógica).
Desde la perspectiva Kirchnerista (la cual no fue propuesta en la charla del programa), esta “Ley de Medios Audiovisuales” por un lado propone el fin a una Ley antigua, desactualizada, con los peores orígenes de nuestro país, y de la cual las grandes corporaciones mediáticas se han beneficiado, y han tratado al radioescucha , televidente o lector como una persona pasiva, sin posibilidad de crítica, dado que cada una de las noticias y notas respondían a las tendencias e intereses de esa gran corporación. Esto se llama monopolio acá y en Júpiter, y me da mucha pena que muchos políticos nos tomen a los ciudadanos como estúpidos pensando que no nos damos cuenta que, más allá de una ideología, la Ley de Medios DEBE ser modificada. Ahora, respondiendo a las críticas y acusaciones que se realizan desde la lógica previa, un Kirchnerista puede venir con la Ley en la mano y decir que son falacias las intenciones que comunican los anti, dado que se expresa claramente que “Se sustituye el viejo directorio militar por un organismo amplio, plural en el que participan Poder Ejecutivo y oposición parlamentaria creándose también organismos como el Consejo Federal donde van a intervenir todas las provincias y todos los actores, los privados, los públicos, los cooperativistas, las organizaciones no gubernamentales, los pueblos originarios, para el control de lo que significa el derecho al acceso a la información pública y a la libertad de prensa”.
De ser así (y esto ya no entra en una lógica, sino en un pensamiento personal), no existe posibilidad de “sortear entre amigos los medios de comunicación”. De igual manera, es muy refutable esto que digo. Tal vez puedan decirme que hecha la Ley hecha la trampa, que una vez desarticulados los monopolios de medios, los K van a encontrar la manera de poner a todos los medios de comunicación argentinos a su favor. O tal vez a algunos les moleste que las madres que Plaza de Mayo tengan voz, o que los pueblos originarios puedan comunicar sus costumbres y reivindicarse. Son pensamientos válidos, y se suscriben a una lógica que no comparto pero respeto.
Alejándome del tema político, ya que no es mi intención en este caso, quiero remarcar el papel extraordinario que juega la Web 2.0 en cualquier escenario posible del futuro. Se presenta como la alternativa, ante el silencio por un lado; y por el otro lado se la reconoce, dado que en la ley está explícita su existencia. En cualquier escenario, y desde cualquier perspectiva se la considera una opción, y en varios casos, LA opción. Esperemos que estas señales que estamos recibiendo los comunicadores acerca del futuro, las cuales no podemos negar que son muy claras, sean tomadas como una oportunidad para todos, y que varios profesionales entren en razón y modifiquen su paradigma ante el cambio de variables.
1 comentarios:
Hola Nicolás, como siempre tus post son muy autoreferenciales y personales, lo que me gusta y respeto mucho.
El problema principal creo yo, es que este un momento donde cada voz que escuchemos, de cualquiera de los dos frentes que vos marcas, nos darán su punto de vista y aquí hago incapié, en este caso SU punto será muy subjetivo e inclinado por diversos intereses. Sinseramente yo me canse, de que se escuche en los medio, intencionalmente creo, que la ley es muy extensa y compleja, venga que nosotros le contamos de que va y así te dicen verdades a medias y lo que ellos piensan. Por eso comencé a leerla y más allá de que algunas cosas escapan a mis conocimientos si estan bien o mal, puedo ver que muchas cosas se dicen por la mitad, como todo en los medios son grandes VEROSIMILES. Por eso y más a la gente que haya estudiado comunicación como nosotros que le va a ser más simple, los invito a que se la bajen del sitio del senado y dejemos de contaminarnos con las ideas de los demás. Prefiero decir esto a que dar mi opinión sobre la ley, que también va a ser subjetiva.
Saludos y muy bueno el post como siempre.
Publicar un comentario